El caso práctico trata de un matrimonio, el cual tenía dos niños. En este matrimonio, cuando el hombre iba a trabajar, la mujer se quedaba en casa. Al poco tiempo comenzó a meterse en el mundo del alcohol y dejo de prestar la atención necesaria a sus hijos, no les daba de comer, no los llevaba al colegio, no los aseaba, …. Entonces personas que sabían de esta situación dieron parte a los Servicios Sociales Comunitarios de Ayamonte, que se encargaron de “vigilar” a la familia. El marido que no aguantaba más esta situación decidió divorciarse, pero ella se quedó con los niños. La mujer, al saber que los Servicios Sociales la estaban “vigilando”, decidió trasladarse a Portugal con sus hijos y allí fue donde los Servicios Sociales le quitaron a sus hijos, ya que ellos también recibieron parte de esta situación allí. La mujer decidió volver a España para recuperar a sus hijos, los cuales habían sido trasladados allí por los Servicios Sociales portugueses. Tras un largo período de tiempo los Servicios Sociales notaron una mejora en ella y decidieron dar paso a la reunificación, que no pudo ser satisfactoria, ya que ella a los tres meses volvió a su adicción al alcohol. Entonces los Servicios Sociales decidieron quitarle a sus hijos e internarlos en un centro donde tuvieran todas sus necesidades básicas cubiertas.